Desde el inicio de su carrera como cantante se ha sabido que Enrique Iglesias, hijo de la leyenda musical Julio Iglesias, no ha tenido una buena relación con su padre, quien no le dio su apoyo para poder dedicarse al arte.
De hecho, con el fin de poder perseguir sus sueños como músico, Iglesias le pidió ayuda a su niñera, quien le prestó 500 dólares para que grabara un demo con el que se dio a conocer en las discográficas bajo el nombre de Enrique Martínez, un joven cantante de Guatemala, con el fin de no ser juzgado por su apellido y aprovecharse de la fama de su padre.
No obstante, tras años de silencio, el intérprete de ‘Bailando’ se ha confesado sobre el estado de su relación con su progenitor, y asegura que la misma ha mejorado.
“Tuvimos una conversación muy bonita. Estaba bien de ánimo. Fue una conversación de esas en las que eres consciente de que es especial. Me reconfortó mucho”, explicó el cantante español a la revista ICON, publicación perteneciente al diario El País.
“Nos tenemos un respeto mutuo, más ahora que hace 25 años. Es mi padre y lo quiero con toda mi alma. Lo respeto y lo admiro y hasta en parte entiendo las cosas que ha hecho en su carrera y en su vida personal”, explica.
Igualmente, Iglesias detalló cómo se sintió durante el tiempo que cortó comunicaciones con su padre. Explicó que entonces tenía 18 años y que fue una etapa muy complicada para él, pues pasó 10 años sin hablar con Julio y que, cuando finalmente lo hizo, él ya tenía 30 años y su abuelo había fallecido.
“A los 18 años me separé de mi familia por completo. Y fue difícil. Me fui y durante diez años no tuve absolutamente ningún contacto con mi padre”, relató.
“Sufrí mucho. Pero lo que sentía por mi música me daba fuerza. Y, sobre todo, perseguía el objetivo hacerlo a mi manera”.
En este sentido, Iglesias también recordó todos los sacrificios que hizo para obtener la carrera musical que quería, dejando incluso sus estudios universitarios inconclusos.
“Hice las maletas y me fui a vivir a Canadá. Sin pensarlo mucho. Me fui allí porque sabía que era como vivir en Estados Unidos, pero no conocía absolutamente a nadie. Como no conocía a nadie me podía concentrar en mi música y trabajar”.
“Hubo un momento en particular. Me fui a San Francisco a mezclar mi primer disco. Estuve un mes allí. Recuerdo regresar al hotel, estar solo y ponerme a llorar. Y pensar: ‘Qué estoy haciendo: he perdido el contacto con mi familia por completo’. Porque afectó a todo. Sobre todo con mi padre, pero también con el resto de la familia”, recordó.
De 44 años de edad, Enrique Iglesias es uno de los cantantes hispanos más importantes de los últimos años, quien ha vendido más de 100 producciones musicales, entre sencillos y álbumes en español e inglés.
Cuenta con un Grammy al mejor artista latino. También tiene cinco Grammy Latinos, cuatro premios Billboard, 43 Billboard Latinos, 10 World Music Awards, 8 American Music Awards, y cinco Latin American Music Awards, entre otros.