Un hombre fue acusado en Estados Unidos por haber asesinado a su hijo de seis años mientras le practicaba un “exorcismo” para sacarle un “demonio”.
El hecho ocurrió en Tucson, Arizona, donde Pablo Martínez, de 31 años, vertió agua hirviendo sobre la garganta del pequeño con el fin de exorcizarlo tras haber creído que era víctima de una “posesión” demoniaca.
Martínez enfrenta cargos de asesinato en primer grado por haber matado al niño “con malicia y premeditación”, por haberlo sostenido bajo el grifo de agua caliente por un período entre cinco y 10 minutos, alegaron los documentos legales sobre el caso.
Estos textos detallan, además, que los agentes del departamento policial de Pascua Yaqui fueron llamados a una casa en una reserva indígena, donde encontraron al niño tendido sobre una cama y ya sin vida.
Según su madre, Romelia Martínez, desde afuera del baño pudo escuchar un gorgoteo. Sin embargo, no habría podido ingresar a la habitación, pues la puerta estaba cerrada con llave, por lo que procedió a llamar a emergencias a través del 911.
Cuando logró ingresar al baño, no obstante, la madre de la criatura encontró a su marido echando agua fría sobre el niño mientras intentaba revivirlo a través de una práctica cardiopulmonar que (CRP, en inglés).
Al respecto, Pablo Martínez aseguró a los investigadores que la semana pasada se había dado cuenta que el niño tenía “un demonio dentro de él”, por lo que había decidido planear y proceder con un “exorcismo”.
Esto, de acurdo al relato de Martínez, habría sucedido el jueves durante el baño del pequeño.
En este sentido, el padre explicó a los investigadores que lo interrogaron que ellos no entenderían porqué había actuado de esa forma, pues “no tenían la mentalidad o la creencia correcta”.
Tras la llegada de las autoridades a la casa de la familia Martínez, el menor fue trasladado a un hospital donde fue declarado muerto tras haber recibido quemaduras en más del 15 % de su cuerpo, incluyendo los antebrazos, los codos y la cabeza, según los documentos de la corte que no detallan la causa de la muerte.
Las autoridades federales investigan los homicidios en reservas indígenas cuando los sospechosos, las víctimas, o ambos, son miembros de tribus reconocidas por el gobierno federal. Tanto el pequeño como su madre Romelia son miembros de la tribu nativa Pascua Yaqui.
La primera audiencia por el caso contra Martínez estaba programada para este martes. No obstante, su abogado defensor, Michael Areinoff, se negó a hacer comentarios ante la prensa.