La gigante de la moda europea, H&M (Hennez and Mauritz) ha suspendido la importación de cuero brasileño para sus productos, debido a los incendios en la zona amazónica del país suramericano.
“Debido a los graves incendios en la parte brasileña del Amazonas y su conexión con la cría de ganado hemos decidido suspender de forma temporal la compra de cuero de Brasil”, explicó la compañía sueca a través de un comunicado.
De esta forma, H&M se une a otras compañías en su boicot en contra de Brasil por compromisos medioambientales, como lo ha hecho también la estadounidense VF Corporation (Vans, Timberland), que la semana pasada canceló su importación de cuero brasileño.
De acuerdo a la sueca, propietaria de marcas como Other Things o Cos, la suspensión estará vigente hasta que “existan sistemas de control creíbles de que el cuero no contribuye al daño ambiental en la Amazonia”.
La suspensión, asimismo, respondería a los esfuerzos de H&M (y la industria de la moda en general) por convertirse en sustentable y así cumplir con los nuevos requerimientos del mercado y una sociedad más ambientalmente consciente.
Estas nuevas políticas se han visto en auge especialmente con la eliminación del uso de las pieles en las más grandes casas de moda de lujo del mundo, como Prada, Gucci o Vivienne Westwood.
En este sentido, muchas marcas internacionales de ropa han pedido en las últimas semanas esclarecimientos sobre el origen y las sustentabilidad de sus productos “debido a las noticias que relacionan los incendios en la Amazonía con el agronegocio”, de acuerdo al Centro de las Industrias de Curtidos (CICB).
Por su parte, la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), principal gremio empresarial brasileño, ha presentado a sus socios europeos informes con datos “tranquilizadores” sobre la situación de la Amazonía, el pulmón vegetal del mundo.
El gobierno brasileño, igualmente, ha lanzado una campaña propagandística nacional e internacional con el fin de reafirmar la soberanía brasileña sobre la mayor parte del esta región (el 70 %), así como su lucha contra el cambio climático y la protección de esta selva.
La campaña, asimismo, serviría para lavar las malas credenciales que tiene el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ante el mundo por su inicial inacción sobre los incendios en la Amazonía, que desde agosto han calcinado cuatro veces más superficie en comparación con el año pasado, de acuerdo al Instituto de Investigaciones Espaciales.
De acuerdo a la WWF, esto equivale a 4,2 millones de campos de fútbol quemados.