El cheesecake, conocido también como pastel de queso, es un postre clásico de la cocina americana. Popular en todo el mundo, su principal ingrediente es el queso crema. Su fondo es crujiente y lleno de color y sabor. Por lo general, se hornea y decora con algún tipo de mermelada, trozos de fruta, arequipe, chocolate o cualquier otro ingrediente de tu gusto.
¿Qué necesitas?
- 397 gr leche condensada dulce.
- 3 huevos.
- 300 gr queso crema.
Para la salsa:
- 200 gr frutos rojos.
- 200 ml agua.
- 150 gr azúcar
¿Cómo se hace?
Primero vas a precalentar el horno a 180 grados con una fuente rectangular cargada con agua para el baño María. Después, debes separar las yemas de las claras y; en una licuadora vas a batir el queso crema, la leche condensada y las 3 yemas durante 5-8 minutos.
Muy importante: Pasteleros reconocidos como la mexicana Paulina Abasca y la argentina, Virginia Sar, recomiendan batir la crema a una velocidad lenta para evitar que se quiebre a la mitad.Tampoco es aconsejable generar cambios de temperatura muy bruscos; es decir, evitar abrir el horno mientras el postre se esté cocinando, ni guardar el pastel en la nevera justo después de sacarlo del horno.
A parte, debes batir las claras a punto nieve. Una vez batidas, le agregas la mezcla de la licuadora en varias partes y la vas integrando con movimientos envolventes.
Luego debes enmantecar un molde de 20cm y forrarlo con papel aluminio, volcar la mezcla y dejarla en el horno por aprox. 50 minutos o hasta que tome color dorado.
Seguidamente vas a dejarla enfriar en el horno y, al estar fría la metes en la heladera -preferiblemente toda la noche-.
Para la salsa debes colocar a hervir en una ollita el agua y el azúcar por 5 minutos a fuego mínimo, luego vas a incorporar los frutos rojos y mezclar. Para finalizar, lo vas a dejar enfriar y lo vas a volcar sobre la torta de queso.
!LISTO A COMER!