¿Cuánto sabemos realmente sobre el sistema reproductor femenino? Por ejemplo, muchas personas le dicen “vagina”, creyendo que es el término correcto, cuando en realidad a lo que quieren hacer referencia es a la vulva. Además, hay demasiados mitos sobre la vagina, por eso, hoy en Notiboom hablaremos de 4 mitos sobre la vagina o mejor dicho vulva.
Mito no. 1: “La piña te hará saber mejor ahí abajo”
No hay ningún alimento comprobado que cambie el sabor de tu vagina, así que lo mejor es tener una dieta balanceada para que tengas una mejor salud y te cuides de las infecciones vaginales. Así tendrás una vulva saludable.
Mito no. 2: “Todas las vaginas son iguales”
Esto es algo importantísimo que todas las mujeres deben saber: todas las vaginas son diferentes. Hay cirugías estéticas para que los labios vaginales se vean más estéticos pero, existe una cierta belleza en cada una sin importar cómo se vean.
Mito no. 3: “Debes limpiar con profundidad”
El lavado vaginal altera el pH natural de tu vagina y con él, su saludable estado. Lo más recomendable es limpiarte con agua y un jabón neutro, no necesita más cuidados higiénicos que los normales.
Importantes, la limpieza inadecuada de la vagina después de orinar puede favorecer la proliferación de hongos y bacterias. La manera correcta es pasando el papel de adelante hacia atrás, o sea, partiendo de la región vaginal hacia el ano, según explica American Pregnancy. Esto evita que las bacterias de la flora anal entren en contacto con la vagina y causen infecciones.
Mito no. 4: “Mucho sexo la estira”
Esto solamente ocurren con cambios drásticos en la vagina como podría ser un parto pero, “la vagina es un conducto de estructura muscular capaz de modificarse profundamente durante el embarazo para aumentar su capacidad y permitir el paso del recién nacido, sin excesivas lesiones. A pesar de que, excepcionalmente, hay que realizar la famosa episiotomía para evitar desgarros graves”, detalló el Dr. Antonio Jesús Hernández Sánchez, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
Sin embargo, el tiempo y el ejercicio físico —incluidos los famosos ejercicios de Kejel— permiten recuperar la fisiología normal casi al 100%.