Reino Unido expresó su preocupación por los nuevos requerimientos de EE.UU. para que empresas extranjeras se ciñan a sus sanciones contra Cuba, que fueron rechazadas por Gran Bretaña y otras naciones europeas.
“La aplicación extraterritorial (…) de sanciones, que consideramos ilegales bajo la ley internacional, amenaza con dañar a compañías europeas y británicas que hacen negocios legítimos en Cuba al exponerlas a responsabilidad ante las cortes estadounidenses”, indicó este jueves en un comunicado la Oficina de Relaciones Exteriores del Reino Unido.
“Trabajaremos junto a la UE para proteger los intereses de nuestras compañías”, añadió el comunicado.
El miércoles, el Gobierno del presidente de EE.UU, Donald Trump, impuso nuevas sanciones y otras medidas punitivas a los gobiernos de Cuba y Venezuela, buscando incrementar la presión sobre La Habana para que deje de apoyar al presidente venezolano, Nicolás Maduro Moros.
Ley Helms-Burton
Asimismo, el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, anunció que a partir del 2 de mayo próximo, la administración de Trump implementará por completo el Título III (de la ley Helms-Burton), ley sancionada por el entonces presidente Bill Clinton en 1996.
Bajo ese acápite, los ciudadanos norteamericanos podrán entablar demandas contra empresarios y compañías que tengan inversiones en propiedades que les fueron nacionalizadas en Cuba después del triunfo de la Revolución en 1959.
Hasta ahora, todos los mandatarios estadounidenses, incluido el propio Trump, habían suspendido cada seis meses la aplicación del Título III, con el cual se busca internacionalizar el bloqueo unilateral que mantiene Washington contra la isla caribeña desde hace más de 50 años, y espantar la inversión extranjera.