Mientras el mundo occidental festejaba confiado el día de la mujer trabajadora, una de esas piedrecitas falladas por Júpiter nos pasaba rozando. Ocurríó sobre las 17.19 horas de la tarde, hora en Europa Occidental, un asteroide del tamaño de la Gran Pirámide de Giza, entre 20 y 200 metros de diámetro, pasó rozando nuestro planeta azul, a 5 millones de kilómetros, unas 13 veces la distancia Tierra-Luna.
Los asteroides nos pasan rozando a diario
Este asteroíde, denominado 2019 DN, nos «rozó» mucho más lejos de la Tierra que otro a principios de semana, que nos paso a una distancia de a 1,1 veces la distancia Tierra-Luna.
Los expertos insisten que no debemos preocuparnos. No son hechos aislados, ocurre muy a menudo, a causa de la mala puntería de Júpiter nos pasan rozando asteroides casi a diario, y en los próximos días, de acuerdo con el cuadro de acercamientos registrado por la NASA, algunos más nos pasarán rozando.
En concreto, está previsto que el próximo 20 de marzo nos pase otro, incluso más cerca; pero según los expertos no debe cundir la alarma, muy pocos de estos cuerpos celestes son potencialmente peligrosos.
También ha provocado cierta alarma la noticia de que el próximo septiembre quizá Júpiter tenga mejor mala puntería y nos de de lleno el asteroide 2006QV89, de 40 metros de diámetro a 44.000 kilómetros por hora; si bien, según los expertos, habrá que esperar a julio para determinar con más precisión su órbita.
Asteroides potencialmente peligrosos
Los asteroides son cuerpos celestes residuales de la formación del Sistema Solar, más pequeños que los planetas y mayores que los meteoritos, que se encuentran orbitando entre Júpiter y Marte, en lo que se denomina “Cinturón de Asteroides”.
Según estimaciones, los asteroides que nos pasan rozando, o chocan contra nosotros, forman parte de un conjunto de unos 10.000 cuerpos del Cinturón de Asteroides que se encuentra más cercanos a la órbita terrestre.
Sólo se consideran asteroides potencialmente peligrosos los que alcanzan un diámetro superior a 140 metros. Los que quedan por debajo explotan al entrar en la atmósfera y, en todo caso, sólo provocan daños locales, como ocurrió en Chelyabinks, en Rusia, en 2013, que causó daños en edificios e instalación y 1500 personas resultaron heridas.
El asteroide que se cree puso punto final a la era de los dinosaurios, hace 65 millones de años, y que chocó contra la Tierra en la actual península de Yucatán, debió tener un kilómetro de diámetro a tenor por el crater testigo del impacto. Los expertos aseguran que podemos estar tranquilos. En los próximos cien años no se prevé que nos pase “rozando” ninguno de tal magnitud.
Fuente: ABC Ciencia/ El Comercio