Un niño extraordinario
El infante pesó al nacer diez veces menos que cuando volvió a su hogar. Nació el pasado agosto en la sección de emergencias del Hospital Universitario Keio de Tokio, donde ha permanecido hasta ahora alimentado bajo cuidados intensivos. Sus padres ya habían perdido toda esperanza.
El infante era tan pequeño que se le podía sostener entre las dos palmas de las manos juntas. Afirma el médico que le atendió, el Doctor Takeshi Arimitsu, que tal vez sea el bebé más pequeño nacido en este hospital. Pesó al nacer poco más de un cuarto de kilo, 268 gramos exactamente, y quizás sea el niño más pequeño nacido que vuelve en buen estado de salud a su hogar.
Un niño prematuro
El pequeño tenía prisas por llegar a este mundo. El parto se produjo a las 24 semanas de embarazo, y el recién nacido pasó cinco meses en observación. Los responsables del hospital declararon estar muy satisfechos de ver que el bebé se había hecho grande porque, sinceramente, tenían pocas esperanzas de que sobreviviera.
El nacimiento prematuro de bebés con tan bajo peso no es un hecho infrecuente. La Universidad de Iowa lleva una base de datos con un registro de estos casos, y éste último recién nacido en Tokio se lleva de momento el record. Así lo atestigua también el Doctor Takeshi Arimitsu, quien afirma que es el bebé más pequeño que ha nacido en el Hospital Universitario Keio.
El pasado diciembre se dio otro caso en Gales. Una niña, Iwy, en un parto prematuro con 10 semanas de antelación, y pesó al nacer 820 gramos. Su madre pensó que la pequeña no sobreviviría más allá de Navidad.
El neonato japones ostenta el actual record por unos pocos gramos. Su precedente, que tuvo un nacimiento prematuro en Alemania, pesó 274 gramos. Sin embargo, estamos hablando de bebés niño. Si nos referimos a las niñas, según el registro de la Universidad de Iowa, el record lo ostenta una niña alemana que en 2015 pesó al nacer 257 gramos.
Para el Doctor Takeshi Arimitsu, este hecho extraordinario es muy importante porque prueba que los bebés que nacen prematuramente con tan bajo peso pueden ser dados de alta sanos y salvos. Los responsables de Keio dicen que en su hospital, un 90% de los bebés que nacen por debajo de un kilogramo, sobrevivien; pero, en el caso de los que nacen con un peso inferior a 300 gramos es un cara o cruz, con una tasa del 50%.
A su vez, las niñas tienen una mayor probabilidad de sobrevivir que los niños. Los expertos no saben a ciencia cierta cuál puede ser la razón; quizás, dicen, tenga algo que ver el hecho de que los pulmones de los niños al nacer son más pequeños.
Fuente: BBC News
