El mandatario de EE.UU., Donald Trump, señaló este miércoles, 21 de agosto, que su país esta considerando seriamente poner fin al derecho a la nacionalidad de niños nacidos en el país cuyos padres no tienen la ciudadanía o emigraron ilegalmente.
“Lo estamos evaluando muy seriamente, el derecho a la ciudadanía por nacimiento, donde uno tiene un bebé en nuestra tierra, cruza la frontera, tiene un bebé. Felicidades, el bebé es ahora un ciudadano estadounidense (…) Francamente es ridículo”, indicó Trump a la prensa al exterior de la Casa Blanca.
Según un funcionario de la Organización de Naciones Unidas, más de 2.000 migrantes centroamericanos que buscaban asilo en EE.UU. aceptaron viajes gratis de regreso a sus hogares, un programa de 10 meses financiado por el gobierno de EE.UU. y gestionado por una agencia de Naciones Unidas.
El programa de “Ayuda al Retorno Voluntario” pagó autobuses o vuelos para 2.170 personas que nunca llegaron a EE.UU. o fueron detenidas tras cruzar la frontera y luego enviados a México para esperar audiencias judiciales, según Christopher Gascon, de la Organización Internacional de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM).
Gascon, afirmó que el programa proporciona un medio de retorno más seguro y más humano.
Trump convirtió la lucha contra la inmigración en su pilar de campaña para la reelección, sin embargo, éste también fue su objetivo principal presidencial, pero muchos de los cambios radicales y decretos elaborados por su gobierno han sido frenados en los tribunales.
El presidente republicano aclaró en octubre del año 2018, a la web de noticias Axios, que pondría fin al “derecho a la ciudadanía por nacimiento” a través de un decreto.
En contra de la Constitución
En relación, los expertos creen que esta medida iría en contra de la Constitución.
Dado que, la decimocuarta enmienda de la Constitución, aprobada luego la Guerra Civil con la finalidad de garantizar que los estadounidenses negros tuvieran sus derechos ciudadanos completos, garantizó la ciudadanía de “todas las personas nacidas o naturalizadas en EE.UU”.
Desde entonces fue interpretada de manera rutinaria para garantizar la ciudadanía de la mayoría de las personas nacidas en EE.UU., sean o no sus padres ciudadanos o vivan o no legalmente en el país, informó Reuters.