El mandatario de los EE.UU., Donald Trump, promulgó el miércoles una ley del Congreso que busca respaldar a los manifestantes en Hong Kong a pesar de las molestas objeciones de China, con la que busca un acuerdo para poner fin a una guerra comercial.
La legislación, aprobada por unanimidad por el Senado de los EE.UU. y por todos menos un legislador en la Cámara de Representantes la semana pasada, requiere que el Departamento de Estado certifique, al menos una vez al año, que Hong Kong retiene suficiente autonomía para justificar los términos comerciales favorables de los EE.UU. que lo han ayudado mantener su posición como centro financiero mundial, detalló Reuters.
La ley asimismo amenaza con sanciones por violaciones de los derechos humanos.
El Congreso aprobó un segundo proyecto de ley, que Trump también firmó, que prohíbe la exportación a la policía de Hong Kong de municiones de control de multitudes, como gas lacrimógeno, gas pimienta, balas de goma y pistolas paralizantes.
Firmé estos proyectos de ley por respeto al presidente Xi Jinping, de China, y al pueblo de Hong Kong. Se están promulgando con la esperanza de que los líderes y representantes de China y Hong Kong puedan resolver sus diferencias de manera amistosa, lo que conducirá a la paz y la prosperidad a largo plazo para todos, aseveró el presidente republicano en un comunicado.
Trump había sido impreciso acerca de si firmaría o vetaría la legislación, mientras trataba de llegar a un acuerdo comercial con China, situación a la que había dado una alta prioridad antes de su candidatura de reelección de 2020.
Después de que el Congreso aprobó el proyecto de ley, los asistentes de Trump debatieron si el respaldo del presidente podría socavar los esfuerzos para llegar a un acuerdo comercial interino con China, y la mayoría de ellos finalmente recomendó la firma para mostrar apoyo a los manifestantes, dijo una persona familiarizada con el asunto.
La decisión también estuvo influenciada por las abrumadoras mayorías en el Senado y la Cámara a favor de la legislación, que se consideró ampliamente como una prueba de veto de los proyectos de ley, así como la victoria electoral aplastante en Hong Kong a principios de esta semana de los críticos del gobierno chino, agregó la misma persona, hablando bajo condición de anonimato.
Si Trump hubiera optado por usar su veto, podría haber sido anulado por dos tercios de los votos tanto en el Senado como en la Cámara. La legislación se habría convertido automáticamente en ley el 3 de diciembre si Trump hubiera optado por no hacer nada.
China ha denunciado la legislación como una interferencia grave en sus asuntos y una violación del derecho internacional.