El Senado francés votó el jueves a favor de aplicar un impuesto del 3% sobre los ingresos obtenidos en Francia por las empresas tecnológicas como: Google, Apple, Facebook, Amazon y otras; a pesar de que la Casa Blanca amenazó a París con una ronda de aranceles que bien podrían abrir toda una nueva guerra comercial entre EE.UU. y Europa.
El impuesto francés, apoyado por el mandatario, Emmanuel Macron, parece estar diseñado específicamente para los gigantes tecnológicos de Silicon Valley; y afectará a las empresas que ingresen al menos 750 millones, 25 millones obtenidos en el mercado digital francés.
“Estamos muy preocupados porque este impuesto por servicios digitales tiene como objetivo claro e injusto a las empresas estadounidenses”, según el director de la división de comercio de la Casa Blanca, Robert Lighthizer.
Asimismo, agrego que el presidente de EE.UU., Donald Trump, “nos ha indicado que investiguemos los efectos de esta nueva ley y decidamos si es discriminatoria o daña la libre competencia, afectando negativamente el comercio con EE.UU.”.
Macron tardó un semestre en concebir y llevar a la práctica un impuesto de nuevo cuño completamente novedoso. Además, hay que mencionar que según diversos portales tiene como objetivo cobrar nuevos impuestos con rapidez para financiar las concesiones realizadas al movimiento de los “chalecos amarillos”.
Entre finales de diciembre y primeros de año, Bruno Le Maire, ministro de Economía francés y antiguo candidato conservador a la presidencia de la República, intentó negociar en el seno de la Unión Europea (UE) un proyecto fiscal común, la “tasa Google” – o GAFA, acrónimo de las siglas de Google, Amazon, Facebook y Apple-, entre otras apelaciones posibles.
“Tasa Google”
Macron y su gobierno pusieron en marcha su proyecto fiscal, la tasa conocida como impuesto GAFA, que afectará a una treintena de grandes empresas multinacionales, empezando por las cuatro más famosas, antes mencionadas, seguidas de otras como: Meetic y AirBnb.
Le Maire resumió que “Francia toma soberanamente las decisiones fiscales que considera justas y oportunas. Nos parece normal que los grandes grupos paguen en Francia los impuestos debidos a los negocios realizados a través de los usuarios franceses. Las actividades numéricas de los grandes grupos crean mucho valor a través de los usuarios franceses”.
En consecuencia, la Casa Blanca abrió una investigación para determinar si el Gobierno de Francia aprobó una regulación comercial que discrimina a EE.UU. Ahora bien, si el Gobierno norteamericano llega a la conclusión de que está padeciendo los efectos de una sobrerregulación en Francia, acudirá a sus socios en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico para iniciar una mediación que, si fracasa, vendrá seguida de aranceles como los que Trump ya ha aprobado sobre China.
El ministro francés de Economía reafirmó su posición y señaló lo siguiente:
Francia es un estado soberano, que toma soberanamente las decisiones fiscales que considera oportunas. Se trata de una posición de principio que deben comprender todos nuestros amigos y aliados.