De hecho, Swift reveló que la llegó a pasar realmente mal, especialmente debido a los cánones de belleza impuestos en la industria del entretenimiento y las expectativas y presiones que el público pone sobre los artistas y que la llevaron a sufrir de un desorden alimenticio no especificado.
Al respecto, la intérprete de 30 años explicó que estaba acostumbrada a evitar la comida hasta el punto de sentir que podía desmayarse sobre el escenario. Asimismo, hacía listas sobre todo lo que consumía y se ejercitaba constantemente hasta que alcanzó la talla 0. “Yo lo habría defendido si alguien me hubiera dicho, ‘estoy preocupado por ti’”, explicó Swift a Lana Wilson, la directora de su documental.
“Yo no creo que uno sabe que uno está haciendo eso cuando se hace gradualmente. Siempre hay algún estándar de belleza al que no llegas. Porque si estás lo suficientemente delgada, entonces no tienes ese culo que todos quieren, pero si tienes el suficiente peso para tener un culo, entonces tu abdomen no es lo suficientemente plano. Todo es tan jodidamente loco”.
Taylor también dice en el filme que actualmente lucha contra las ganas de ser exageradamente crítica con su cuerpo.
“Porque es mejor pensar que te ves gorda a que te ves enferma”, explica. “Yo tiendo a desencadenarme por algo, puede ser una foto mía en la que siento que mi barriga se veía muy grande, o por alguien que diga que lucía embarazada o algo. Y eso provoca que me haga pasar un poco de hambre, que deje de comer”.
Swift, asimismo, elaboró en sus comentarios durante una entrevista con la revista Variety, en la que explicó: “Mi relación con la comida fue exactamente la misma psicología que aplicaba a lo demás en mi vida. Si me daban un toque en la cabeza [como aprobación], lo registraba como bueno. Si me daban un regaño, lo registraba como malo”.
Taylor, en este sentido, agregó que tomaba como una felicitación cuando le decían que entraba en las tallas de muestra de la ropa que usaba en las sesiones de fotos. “Tú lo registras las suficientes veces, y solo empiezas a acomodar todo hacia los elogios y los regaños, incluyendo tu propio cuerpo”.
Swift también le dijo a la prestigiosa revista que ya ha comenzado a darse cuenta que “si comes tu comida, tienes energía, te pones más fuerte, puedes hacer todos estos shows y no sentirte [enervada]”.
El documental de Taylor Swift, Miss Americana, tendrá su estreno para el público general el próximo 31 de enero a través de la plataforma de streaming, Netflix.
Además de hablar sobre su lucha con los desórdenes alimenticios, Swift trata en la película sobre la forma en la que decidió dejar su silencio político, así como su experiencia tras el diagnóstico de cáncer de su madre, Andrea Swift.