Todos aquellos turistas que quieran visitar la Ciudad Eterna no podrán sentarse en la famosa escalinata, según una nueva normativa del Ayuntamiento de la capital que prevé multas para quienes la incumplan y que tiene como objetivo preservar el patrimonio cultural. Sin embargo, las puedes subir y bajar todo lo que quieras.
Situada en la Plaza de España, la más visitada de Roma, junto a las de Navona y del Panteón, constituía casi un rito sentarse, después de un paseo por la ciudad, en uno de los 135 escalones repartidos en tres niveles.
Este lugar amado por los turistas e inmortalizado en la comedia romántica de 1953 “Vacaciones en Roma” con Gregory Peck y Audrey Hepburn ahora tiene a ocho agentes de la Policía municipal paseando y vigilando que los turistas que se acerquen hasta esta escalinata no se sienten en los peldaños que la componen.
Más aun, la orden municipal se extiende a todos los monumentos de la capital, como por ejemplo la Fontana di Trevi, y también prohíbe acceder a lugares públicos con vestimenta “indecente”.
El castigo es una sanción que puede variar de los 150 euros, en el caso de que los turistas usen los monumentos para sentarse, y hasta los 400 euros si le provocan algún daño, según fuentes del Ayuntamiento.
Cabe destacar que, anterior solo impedía comer y beber en estas escaleras de mármol, inauguradas en 1725 por el papa Benedicto XIII.
Ahora, la escalinata de la Plaza de España se encuentra completamente desierta, tal y como se aprecia en numerosas fotografías que publican los medios locales.
Reacciones divididos
La concejala municipal, Anna Vincenzoni, destacó que se trata de una iniciativa necesaria por la cantidad de turistas que visitan Roma y dañan los monumentos.
Hasta que este tipo de turista no sea educado este es el camino correcto a seguir, dijo.
El crítico Vittorio Sgarbi, consideró la política como “excesiva, casi fascista” y pidió que el Ayuntamiento romano vuelva a estudiar la decisión, porque “hay mucha gente que visita Roma y quiere sentarse para admirar el paisaje”.
El presidente de la asociación de hoteleros de Roma, Giuseppe Roscioli, describió la decisión como una “norma absurda que castiga y aleja al turismo”.
Thomas Atkins, un turista estadounidense de Seattle, manifestó:
Pienso que es ridículo, tonto. Sólo vas a descansar un ratito en la piedra y eventualmente te irás.
Federico Guerrinoni, turista del norte de Italia, aseguró estar de acuerdo con la medida.
Sé que molestará a algunas personas, pero se podía ver que algo así iba a pasar”, dijo. “Había mucha gente irrespetuosa que se estaba llevando piezas de monumentos. Así que un poco de protección no hará daño, agregó.
Los italianos la conocen como “La Scalinata di Trinità dei Monti”, en referencia a la iglesia que se encuentra en la cima. En español se conoce como la escalinata de la Plaza España porque allí se encuentra la embajada española ante el Vaticano.