Tras tres días de discusiones y largas sesiones de trabajo, la inédita cumbre organizada por el Vaticano para abordar la crisis que han producido en la iglesia los miles de casos de abusos sexuales finalizó.
El encuentro, titulado: “La protección de los menores en la Iglesia”, concluyó con el compromiso del Papa Francisco a tomar “todas las medidas posibles” para que los delitos de pederastia “no se repitan” en la iglesia. En sus seis años de pontificado, los abusos infantiles se han convertido en el mayor desafío.
“Quisiera reafirmar con claridad: si en la iglesia se descubre incluso un solo caso de abuso -que representa ya en sí mismo una monstruosidad-, ese caso será afrontado con la máxima seriedad”, aseguró el Pontífice, ratificando su compromiso.
El papa Francisco durante la cumbre del Vaticano sobre los abusos sexuales. Roma, 24 de febrero de 2019/ FOTO: REUTERS
Ahora bien, el portal La Tercera informó que la histórica cumbre estuvo marcada por relatos dramáticos de víctimas del clero.
Las medidas prometidas
La cumbre comenzó el pasado jueves y contó con la participación de 190 miembros de la jerarquía católica, además, con la promesa del Papa de restaurar la imagen de la iglesia.
“Vamos a tomar todas las medidas posibles para que tales crímenes no se repitan. Que la Iglesia vuelva ser creíble y confiable”, puntualizó.
Con la publicación de un vademécum con preguntas y respuestas para ayudar a los obispos a comprender sus deberes, el Pontífice intenta batallar tanto con los casos de abuso sexual, como con los encubrimientos.
Otra de las iniciativas que prometió Francisco consiste en un “Motu proprio”, un documento para “reforzar la prevención y la lucha contra los abusos en la Curia romana y en el Estado Vaticano”.
Por su parte, el moderador del encuentro, Federico Lombardi, explicó que “estos primeros pasos, señales de aliento, nos acompañarán en nuestra misión de proclamar el Evangelio y el servicio a todos los niños del mundo”.
Las directrices de la lucha
El Papa nombró en su discurso final ocho puntos para frenar las denuncias de acoso contra los que denominó “lobos voraces”: protección contra los menores, seriedad impecable, una verdadera purificación, exigencia en la formación de los religiosos, el reforzamiento de las directrices de las Conferencias Episcopales, el acompañamiento a personas abusadas, atención al mundo digital y el combate al turismo sexual.
¿Que piensan las víctimas?
Las víctimas de casos de abuso sexual indicaron que esperaban “tolerancia cero”, sin embargo, no escondieron su decepción.
“No ha hablado de entregar a la justicia a los responsables”, expresó a EFE el portavoz de la Organización Global de Víctimas Miguel Hurtado.