Cuando un asunto nos parece un “chanchullo” solemos decir “ésto me escama”. En nuestro caso es una psoriasis de la piel o que nos hemos chamuscado queriendo presumir de bronceado, o una reliquia inconsciente de nuestro pasado reptiliano.

Si pensamos en animales con escamas, quizás lo primero que nos venga a la mente sean peces y reptiles.

Pero hay un animal que, si pudiera hablar, tal vez diría: “ésto me escama”

Un extraño escamado

Si se siente amenazado se enrolla como una chinche lo que le da un aspecto acorazado como una pelota con escamas.

Observándolo más detenidamente podemos descubrir una cabeza pequeña con un hocico tubular, una cola prensil, patas.

 

No es fácil verlo, de costumbres nocturnas y arbóreas es un animal solitario y muy aferrado a su hábitat.
Cuando lo capturan con fines comerciales se estresa, puede desarrollar úlceras, dejar de comer y se vuelven muy agresivos e, incluso, pueden morir.
 
Por su parecido, se le emparentó con el oso hormiguero por lo que también se le ha llamado oso hormiguero con escamas o, más divertido, alcachofa con escamas.
Actualmente, dividido en ocho especies, el pangolín tiene su propio orden de animales, Pholidota
 
Al igual que los humanos, simios y canguros, practica un cómico y entrañable bipedalismo.
Es capaz de alzarse sobre sus dos patas traseras y, ayudándose de su cola prensil, avanzar bamboleándose.
Puede llegar a medir 1.8 metros de longitud y llama la atención su larga lengua, que puede ser tan larga como su cuerpo y está unida a su pelvis.
 
 
Proyectada desde su hocico tubular, introducen su larga lengua pegajosa en los termiteros para alimentarse, y cuando no la usan se enrolla en una especie de saco que tienen en su garganta.
Esto limita su capacidad de emitir sonidos por lo que se comunican segregando sustancias químicas aprovechando su desarrollado olfato ya que no ven mucho y oyen peor.
Tiene su boca desdentada por lo que se traga y acumula en su estomago pequeños guijarros para machacar y digerir hormigas y termitas.

La parte superior de su cabeza, el dorso y la cola están recubiertos de escamas. A diferencia del armadillo, con el que le había emparentado y que tiene una armadura osea, las escamas del pangolín son placas rellenas de la proteína queratina, la misma sustancia química que forma nuestras uñas o el cuerno del rinoceronte. 

Lo que le tiene escamado al pangolín

La queratina es lo que hace que sus escamas sean tan apreciadas en las medicinas tradicionales orientales por sus supuestas virtudes y propiedades curativas, entre ellas, el tratado medicinal tradicional vietnamita la recomienda como vigorizante, para curar úlceras, mejorar la circulación sanguínea, la secreción de leche materna, para tratar el acné y la escrófula.
Otras la prescriben para curar la artritis e, incluso, el cancer.
Los científicos bromean diciendo que el mismo efecto curativo podría conseguir “mordiéndose las uñas”. Casi merece la pena probar, las escamas del pangolín pueden alcanzar un precio hasta de 3000 dólares el kilo. 
 
Su rareza es otra razón por lo que le hace ser deseado en las mesas de lujosos restauranes. Para quien se pueda permitir desgustar su carne, y no tanto por su sabor, es símbolo de estatus y riqueza. Incluso, se presenta vivo en la mesa antes de su sacrificio. Lo que simboliza es que uno va sobrado de dinero, sus negocios van viento en popa y pueden afrontar cualquier inversión. El que quiera presumir con sus colegas de «señor importante» debe saber que por un pangolín se paga hasta 1500 dólares y por un kilo de su carne le pueden pedir hasta 300. 
 
¿Y por qué es ilegal su comercio? El CITES, Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas, firmó un acuerdo suscrito por 182 países para la total prohibición del comercio del pangolín, además de la campaña mediática del célebre científico y divulgador David Attenborough para concienciar y salvar a este mamífero, quien ha declarado que el pangolín sería uno de los diez animales amenazados que salvaría de su extinción: “Uno de los animales más entrañables que jamás he encontrado y víctima de un masivo comercio ilegal”
 
Esta misma semana, según informa Helen Briggs para la BBC, autoridades malayas incautaron en Borneo más de 27 toneladas de pangolines y escamas, que podrían haber alcanzado un valor en el mercado negro superior a 2 millones de dólares, el mayor cargamento incautado hasta ahora.  Días antes se interceptaron10 toneladas de escamas en Vietnam, Hong Kong y Uganda.
 
 
Los científicos expresan su desolación al ver la situación deplorable del pangolin, y no tienen ni idea de cuántos quedan en la la naturaleza. Es un animal muy escurridizo y lamentan que de seguir el comercio ilegal al mismo ritmo podría extinguirse sin haber conocido apenas nada de las costumbres de este extraño y entrañable mamífero con escamas, ¿no le escama?

 

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