¿Quién dijo que ser mujer es fácil?
En pleno siglo XXI, donde todo se ha desarrollado mil veces más rápido, las profesiones son un escalón más para emprender un mejor futuro y establecer lazos afectivos se ha facilitado a través de las redes sociales; entonces llegamos nosotras las mujeres, que para muchos, complicamos hasta un simple vaso con agua y de cierta manera lo hacemos, debo confesarlo.
Pero, ¿Algunas veces se han preguntado por que nosotras las mujeres llegamos actuar de esa manera? No me considero feminista ni mucho menos soy crítica del rol masculino, simplemente tengo opiniones encontradas al respecto.
Estándares de Belleza
Actualmente, las mujeres somos víctimas de nosotras mismas, es decir, competimos por ser las más lindas, más inteligentes, más tiernas y a veces hasta más raras que las demás chicas.
Todo esto por los cánones de bellezas establecidos en esta generación, unas son felices delgadas, otras son felices llenitas y otras son felices musculosas.
Los hombres no sufren de estos males estéticos, cualquier caballero sale con un short, zapatos deportivos y un suéter, sólo por llevar barba o tener los ojos claros ganan la batalla.
Si una chica sale a la calle con un short, zapatos deportivos y un suéter es víctima de acoso, ya sea por ser linda o ser “fea” y no cumplir con las reglas de belleza.
Como nos afecta en el día a día
Estamos tan concentradas en ser las mejores, que a veces olvidamos relajarnos, tomar ese respiro tan necesario y vivir el día a día sin tener que preocuparnos en como lucimos, como están los niños, que preparar de cena o cuantas calorías consumimos en nuestras comidas.
El estrés que lleva estar bien presentable, tener las uñas arregladas, estar depiladas, un cutis perfecto, cabello arreglado y si se ponen muy exigentes el outfit perfecto, es simplemente agotador. Sumado a esto tener que cumplir con todas las responsabilidades del trabajo y del hogar.
Hombres vs Mujeres
Soy fiel partidaria del principio básico de equidad, todos somos capaces de realizar las mismas tareas, quizás la naturaleza del hombre, un poco más relajada, afecte un poco al mundo complicado de las mujeres.
Conozco mujeres mecánicos, ingenieros, médicos, músicos, herreras, escritoras, en fin mujeres que toman oficios masculinos y los desarrollan sin ningún problema.
He visto padres haciendo el papel de madres, al cuidado de sus hijos, pendientes de sus necesidades y esas cosas enamoran. Esa dedicación impartida es bellísima.
No todo lo que brilla es oro
Y quizás aquí me desprecien un poco, pero veo la diferencia entre las acciones masculinas y las femeninas y no puedo evitar preguntarme ¿Cómo dos acciones iguales arrojan resultados diferentes en la sociedad? A que me refiero con esto, fácil.
Los procesos realizados por chicas o chicos deberían generar el mismo impacto en esta sociedad del siglo XXI. A veces esto no pasa, y las mujeres nos vemos u poco estigmatizadas por los resultados que generamos con nuestras acciones. Si tenemos éxito en el trabajo, nos acostamos con el jefe; Si lucimos impecables, somos frígidas; Si nos vemos un poco cansadas, somos unas desaliñadas; Si resolvemos la situación como un hombre, somos lesbianas.
Entonces, porque no alivianar esos prejuicios arcaicos y aprendemos aceptar y reconocer el merito propio.
Ojo esto de «bajarle dos» a los prejuicios también nos vendría bien a nosotras chicas; somos nuestras peores críticas.
Y a los chicos, venga si uds pueden hacer trabajos de mujeres nosotras podemos hacer los suyos. Eso si, que les sirva de advertencia, si sabes que estamos en nuestro ciclo menstrual, Aléjate o trae contigo mucho chocolate.