Jacques Chirac, ex presidente de Francia, falleció este jueves, 26 de septiembre, a los 86 años de edad.
“Él falleció pacíficamente esta mañana, rodeado por sus seres queridos”, dijo su yerno Frédéric Salat-Baroux, según Reuters.
La Asamblea Nacional interrumpió una sesión para guardar un minuto de silencio. El presidente Emmanuel Macron canceló un compromiso público y programó un discurso televisado más tarde este jueves.
Chirac fue presidente de 1995 a 2007, dominó la política francesa durante décadas y se esforzó por hacer que se escuchara la voz de Francia en Europa y más allá. Asimismo, dio forma a su estilo en el molde del líder de la posguerra Charles de Gaulle.
También fue alcalde de París durante 18 años y primer ministro de presidentes de izquierda y de derecha antes de ingresar al Palacio del Elíseo; Chirac tenía una habilidad especial para conectarse con los votantes, particularmente en la Francia rural.
La canciller Angela Merkel llamó a Chirac un “gran socio y amigo para nosotros los alemanes”.
Jean-Claude Juncker, el líder saliente del ejecutivo de la Unión Europea, manifestó que el continente había perdido a un hombre de fuertes convicciones.
Tony Blair, ex primer ministro británico, aseguró que estaba profundamente triste por la muerte de Chirac.
Fue una figura destacada en la política francesa y europea durante muchas décadas. Cualesquiera que sean nuestras diferencias de vez en cuando, siempre fue infaliblemente amable, generoso y personalmente solidario, dijo Blair en un comunicado.
En Europa, Chirac se convirtió en uno de los principales abanderados del bloque. Forjó una alianza con el canciller alemán Gerhard Schroeder que acercó a las dos potencias tradicionales de Europa, pero molestó a algunos de sus socios de la Unión Europea, detalló Reuters.
Cinco años después de dejar el cargo, Chirac fue declarado culpable en diciembre del año 2012 de abusar de fondos públicos como alcalde de París. Sin embargo, no fue a la cárcel.
El líder de extrema derecha, Marine Le Pen, aclaró que a pesar de las diferencias políticas con Chirac “pudo oponerse a la locura de la guerra en Irak”.
Uno de sus apodos era “Houdini”, una referencia a su habilidad para escapar del castigo grave, a pesar de las acusaciones de malversación de fondos.
En los últimos años de su vida, sufrió problemas neurológicos y rara vez fue visto en público.