Ángela Ponce fue la candidata enviada por España al certamen de belleza más importante del mundo, el Miss Universo en su edición de 2018. Pero siendo portadora de un rostro hermoso, una descomunal figura y una mente ingeniosa, no se pudo esconder detrás de ella un secreto que no mucha gente ha logrado aceptar a plenitud.

Así pues, Ángela María Ponce Camacho se constituyó como la primera persona en concursar en el Miss Universo siendo mujer Transgénero, y a pesar de que no logro avanzar al top 20 de la competencia que busca enaltecer la belleza de la mujer, es una de las participantes que más dio de que hablar, ganando fama, aceptación, felicidad y en algunos otros casos rechazo contundente.

Una de las misses más mediáticas en la historia del concurso, también la mayor victima de la violencia cibérnetica.

Siendo víctima de bullying constante y agresivo, Ponce logro mantener en alto su bandera y hacer sentir orgullo a millones de personas alrededor del mundo que al igual que ella han sido burladas, silenciadas y violentadas, por personas que a pesar de no verse afectadas, buscan destruir la felicidad y sueños de otras personas. Ángela no gano el certamen, no entro en el top 20 de mismo, pero dejo al mundo saber un gran mensaje, y este no se trata sobre sexualidad o identidad de género, trata de la importancia de buscar la felicidad, sin distinción de razas, géneros o condiciones, ser feliz debería ser una meta indispensable y necesaria en la mente del ser humano, sin dañar ni destruir.

 

¡Miss España puede no haber ganado, pero ha trazado un legado que permanecerá!

Tras no clasificar, Ángela fue despedida con un emotivo pero muy fuerte abrazo de aplausos, gritos y lágrimas, dejando un mensaje de fe y amor, que al final de cuentas es lo más importante y en un mundo que se cae a pedazos por la inconsciencia del ser humano, por las malas acciones de mentes criminales que fingen ser designios de una deidad, es también lo más necesario.


Ángela Ponce no gano, a pesar de ser una muy brillante y extremadamente hermosa mujer no llevo consigo la corona a su país, pero el mensaje que estableció en el mundo es quizás más importante que una corona: ¿Por qué te niegas a ser feliz, y celebrar la felicidad de las personas que están a tu lado? Si la vida puede llegar a ser tan hermosa, ¿Por qué empeñarte en destruir una hermosa sonrisa?