La mala madre es una planta ampliamente conocida en la región de América por sus extensas propiedades farmacéuticas. Sin embargo, no es hasta ahora que se ha vuelto popular en la internet luego de reportes sobre las propiedades benéficas que tiene.
Sin embargo, poco se conoce de cómo tenerla en casa y sobre todo, cuales son los cuidados que requiere para poder sacarle el provecho medicinal que tiene. En este post lo descubrirás.
Cómo regar a la mala madre
Esta planta medicinal se alimenta del agua en equilibrio. No puedes dejar que se seque, pero no puedes excederte en la cantidad de agua que le suministras porque puede morir de “encharcamiento” o “ahogamiento”.
Lo ideal es que monitoreen la cantidad de agua que le colocas según la estación en la que estés. Por ejemplo, en las más cálidas basta con un riego de 4 veces por semana, mientras que el resto del año puedes regarla casi todos los días. Quita el plato para evitar los pozos que pueden acabar con su vida.
¿Cuál es el abono recomendado?
El más orgánico y natural posible. Plantas como la mala madre deben abonarse con estrictas reglas de alimento para plantas. Si quieres ahorrar dinero puedes averiguar qué verduras o comestibles orgánicos puedes abonar, pero al igual que el agua, sin excesos.
¿Cómo trasplantar a la mala madre?
Cambiar de maceta a la mala madre no es una prioridad recurrente para quien la cuida, pero si es una acción que debes hacer al menos cada 2 o 3 primaveras, según el tamaño que tenga tu planta.
Recuerda que su sistema radicular puede ocupar mucho espacio, disminuyendo el espacio para los nutrientes dentro de la maceta. Si tienes varias macetas, puedes crear un circuito de crecimiento, sacando hijos y trasplantando para tener mas mala madre en tu casa.
Aquí puedes ver todas las propiedades de la mala madre y porque este año se ha vuelto tendencia en el mundo de la jardinería y la horticultura. Te recomendamos seguir el hilo de contenido para aprender de esta y muchas más plantas medicinales.