La nueva noticia respecto a los avances que existen por encontrar una vacuna que sirva para evitar la propagación y muerte de personas a causa del coronavirus la dio China. Debido a que la Administración Nacional de Propiedad Intelectual ha otorgado lo que es la primera patente para una vacuna del covid-19.
Esta patente fue solicitada en conjunto por un equipo de científicos de la academia de Ciencias Militares y el grupo CanSino Biologics Inc, que es una compañía biofarmacéutica que cuenta con la más alta tecnología china.
El equipo se encuentra dirigido por la investigadora del Instituto Militar, Chen Wei, quien desarrolló y elaboró la vacuna recombinante contra el virus con adenovirus defectuoso, y a su vez modificado como un vector.
En el mes de marzo esta vacuna se convirtió en la primera en ese país en lograr la aprobación para comenzar los ensayos clínicos.
Al parecer dicha vacuna muestra buena unmunogenicidad, tanto en modelos de cobayo como de ratón. A su vez induciendo a una fuerte respuesta celular inmunitaria en un periodo corto de tiempo.
Lo mejor de todo es que esta puede ser producida a gran escala y de forma rápida para hacerle frente a la epidemia. Concluyendo las primeras dos fases de ensayos clínicos. Verificando de esta forma la seguridad de la misma.
Durante un año esta vacuna será de uso exclusivo para las fuerzas militares en China
Este domingo 16 de agosto China informó que concedió a la vacuna denominada Ad5-nCov la primera patente para usarse en contra del nuevo virus que está destruyendo a las poblaciones mundiales.
Indicando la entidad que recibieron la solicitud de la patente exactamente el día 18 de marzo, aprobándose el pasado 11 de agosto.
Dicho medicamento será de uso exclusivo durante un año solo para las fuerzas militares y la Comisión Central Militar será la única responsable de autorizar el empleo de esta para los civiles.
Chen Wei, la investigadora a cargo explico que las fases transcurrieron sin ningún contratiempo y las reacciones de los voluntarios no fueron de alarmarse. Entre los síntomas adversos se presentaron fiebre, arritmia, mareo y diarrea.
Respecto a la tercera fase de ensayos clínicos, ya existe un convenio con Canadá para la aplicación de la misma a sus ciudadanos voluntarios.
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