Con motivo de la celebración del Día de Brujas, los chilenos usaron disfraces y máscaras para protestar el pasado jueves, 31 de octubre, en el marco de las fuertes movilizaciones contra la desigualdad que azotan al país suramericano.
La manifestación, la cual se realizó durante el décimo cuarto día consecutivo desde el inicio de las movilizaciones, se realizó frente a la sede de gobierno, el Palacio de La Moneda. Sin embargo, luego los asistentes se concentraron en los alrededores de las avenidas que dan hacia la Plaza Italia, donde motociclistas también dejaron saber su descontento a través del fuerte sonido del motor de sus vehículos.
Entre los trajes más comunes de los manifestantes se encontraron aquellos que hacían referencia al presidente chileno, Sebastián Piñera, como los de demonios y Pikachu con la banda presidencial.
Igualmente, el Joker, el clásico de las protestas alrededor del mundo: Guy Fawkes (V for Vendetta), y los payasos se dejaron ver en la jornada, en la que la ciudadanía expresó “Constitución o truco”, en referencia a la creación de una Asamblea Constituyente para la redacción de una nueva Carta Magna.
Aunque en gran parte de la ciudad de Santiago se mantuvo el espíritu pacífico de las protestas, como es habitual, algunos focos de violencia irrumpieron en la jornada, provocando enfrentamientos entre los manifestantes y los funcionarios de seguridad, quienes con bombas lacrimógenas y ballenas intentaron dispersar a las multitudes.
Otros puntos de la capitalina ciudad también fueron escenarios para las protestas de Halloween, como la Plaza Ñuñoa, la comuna de San Bernardo, entre muchos otros.
Asimismo, los chilenos también tomaron las calles de otros lugares del país, como Concepción, con el fin de continuar con el movimiento que busca mejoras sociales a pesar del festejo internacional que se celebraba.
De hecho, fue en esta comuna donde las personas también aprovecharon el Halloween para, a través de sus vestimentas, hacer críticas al gobierno de Piñera, así como al sistema social que impera en el país suramericano.
Las protestas en Chile, las peores en la nación en las últimas décadas desde el final de la dictadura del general Augusto Pinochet, fueron creciendo paulatinamente luego de que se aprobara un aumento en el precio del pasaje del Metro de Santiago.
Sin embargo, las mismas se radicalizaron hace dos semanas atrás hasta convertirse en el movimiento que es actualmente.
El presidente Sebastián Piñera, con el fin de darle final a la crisis, ha aprobado distintas medidas (como la cancelación del aumento de 30 pesos del pasaje). Sin embargo, hasta el momento las mismas han sido insuficientes.