Las protestas no cesan en Irak y el saldo de las víctimas mortales en Bagdad y en el sur del país islámico ya se acerca a las tres cifras, mientras que el de heridos es de casi 4.000, de acuerdo a declaraciones de una comisión en Derechos Humanos del Parlamento este sábado.
Entre los fallecidos en los enfrentamientos entre la ciudadanía y las fuerzas de seguridad, se contabilizan unos seis oficiales de policía, afirma la comisión parlamentaria, que también detalla que el número de detenidos asciende hasta los 555, de los cuales 355 ya han sido liberados, como lo prometió el primer ministro Adel Abdelmahdi, durante su alocución del jueves por la noche.
A pesar de que el sábado por la mañana se desarrolló con normalidad en la capitalina Bagdad, con negocios abiertos tras el levantamiento del toque de queda, los ciudadanos volvieron a las calles en la tarde como lo han estado haciendo en los últimos cinco días.
Nada más este sábado, 5 de octubre, los enfrentamientos se han cobrado la vida de cinco iraquíes más, quienes también exigen la dimisión del gobierno de Abdelmahdi y demás políticos corruptos.
En este sentido, el influyente líder chiita Moqtada Sadr ha pedido la dimisión del primer ministro Abdelmahdi “para evitar nuevos derramamientos de sangre”, así como la organización de elecciones generales.
Esta serie de manifestaciones anticorrupción de Irak nacieron el pasado martes, 1 de octubre, tras una convocatoria por las redes sociales, una novedad en la nación del suroeste asiático, por lo que el gobierno tecnocrático de Abdelmahdi ha bloqueado el acceso al Internet con el fin de detener las convocatorias.
A pesar de esto, las multitudes siguen tomando las calles y enfrentando a los oficiales que los reprimen como forma de rechazo a la corrupción, el desempleo y el mal estado de los servicios públicos que ha derivado en una fuerte escasez de agua potable y energía eléctrica.
ONU llama a la tranquilidad
El pasado viernes, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a la calma en el país inmerso en una fuerte crisis social.
Asimismo, el diplomático instó al gobierno y a los manifestantes a dialogar y buscar soluciones a los problemas de forma pacífica, de acuerdo al portavoz del secretario Stephane Dujarric.
Guterres, por otra parte, insistió al gobierno de Abdelmahdi que “la libertad de expresión y las protestas pacíficas son un derecho fundamental que debe ser respetado”.
Finalmente, el vocero de la Secretaría General del organismo agregó que Guterres sigue de cerca el desarrollo de las protestas en Bagdad y el sur iraquí y que se encuentra “profundamente entristecido por la pérdida de vidas humanas durante las recientes protestas”.