Juan Guaidó, líder opositor venezolano, indicó el domingo que aumentará la presión en la calle contra el gobierno del mandatario venezolano, Nicolás Maduro Moros, sin dejarse “distraer” por montajes, después de que el mandatario le acusara de haber dirigido un plan para asesinarlo.
“No nos van a distraer con ollas montadas y nuestros perseguidos nos han dicho claramente: no nos detengamos”, exclamó el jefe del Parlamento, reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 50 países.
Ahora bien, es importante señalar que el sábado el presidente Maduro acusó al dirigente legislativo, a quien califica de “títere” de EE.UU., de haber fraguado un fallido complot magnicida.
“Al títere diabólico le acabamos de desmantelar un plan, que dirigía él personalmente, para matarme”, expresó el gobernante socialista durante una marcha del chavismo en Caracas.
Asimismo, el oficialismo denunció que el partido político de Guaidó, Voluntad Popular, al parecer colocara en marcha una operación para que “sicarios” contratados en El Salvador, Guatemala y Honduras, entrenados en Colombia, cometieran “asesinatos selectivos” y “sabotajes” a servicios públicos en Venezuela.
Señalado como “organizador”, el jefe de despacho de Guaidó, Roberto Marrero, fue arrestado el pasado jueves por agentes de inteligencia del Sebin.
Máxima de presión
En un mensaje que difundió este domingo en Instagram, Guaidó llamó a sus partidarios a prepararse para “la fase máxima de presión” en su pugna con Maduro.
Desde hace días, promete convocar “pronto” a una manifestación nacional hacia el palacio presidencial de Miraflores.
Ratificando sus habituales llamados a la Fuerza Armada a desconocer a Maduro, el opositor pidió a los militares que “se unan al clamor del pueblo venezolano y exijan también el cese definitivo de la usurpación”.