Hemos terminado con éxito el catálogo de Redmi y ahora es el turno de POCO, una sub marca de Xiaomi que, con toda la intención del mundo, ha decidido romper el molde de una u otra forma, proponiendo cambios demasiado drásticos y arriesgados en su line up de dispositivos, tantos, que se podría decir que ha redefinido a la fuerza los topes en specs de la gama media, Sin embargo, el POCO F2 Pro al momento de su salida, propuso una alternativa a la gama alta, que incluso atacaba al Mi 10, que se postulaba como un flagship alrededor de los 1000 euros.
Sobre el papel y en manos, a la hora de evaluar su rendimiento, seguro que no es más que artillería pesada: Snapdragon 865 con poderosa GPU Adreno 650, funcionando con núcleos Kyro 585 (considerados toda una revolución) + 8 GB de RAM LPDDR5 y 256GB de almacenamiento interno (existe una versión de 6 GB de RAM LPDDR4 y 128 GB de ROM). En ambos casos, la memoria interna del dispositivo es UFS 3.1, lo que garantiza una máxima calidad en juegos y multitarea.
Al ser un teléfono con corazón gamer, quisieron llevarlo un poco más allá, introduciendo una cámara de vapor gigante, diseñada para disipar el calor durante prolongadas horas de juego. El POCO F2 Pro fue el primer teléfono por menos de 600 euros en ser compatible con WiFi 6, además de ser obviamente un móvil 5G.
La pantalla lamentablemente tiene una tasa de refresco de 60 Hz. Pudiendo ser básicamente el teléfono perfecto, su panel AMOLED de 6.77” compatible con HDR10+ Y SIN NOTCH o DOT DISPLAY, pudo ser lo que no es, es decir, la ventana a una mejor fluidez y experiencia genial.
Puede ser que lo compense siendo una pantalla completamente libre de obstáculos. La cámara selfie es motorizada, con un sistema bastante elaborado y muy llamativo que la hace ocultarse dentro del cuerpo del dispositivo.
El apartado de cámaras no es gama media, pero tampoco es gama alta. El sensor principal es el IMX686 de Sony, con 64 MP y custodiado por un UGA de 13 MP, un Bokeh de 2 MP y un lente híbrido de 5 MP que es capaz de capaz la cercanía de una toma macro y un par de zooms ópticos como si de un teleobjetivo se tratara.
POCO y Xiaomi para ese entonces, reinventaban el software de cámaras de sus equipos, así que el POCO F2 Pro pudo beber de esas novedades que facilitan la grabación de video (hasta en 8K) y tomas con estabilización electrónica.
A nivel de diseño tenemos un móvil que impacta, con esa pantalla total, lindos colores traseros y un módulo circular que aglomera sin mucha elegancia todos los sensores traseros, podemos decir que tenemos pocas características que replicar en una nueva generación.
Finalmente, con una batería de 4700 mAh y carga rápida de 30W con el cargador en la caja, podríamos afirmar que se trata de toda una bestia que, de conseguirlo por menos de 500 euros, es una oportunidad casi imperdible (aun considerando su tasa de refresco de 60 Hz).